viernes, 30 de octubre de 2009

AVANCES T3CN0LÓGIC0S



con el desarrollo de la ciencia y la aplicacion de conocimientos de muchos cientificos se van descubriendo muchas cosas nuevas que van a ser utilizadas para la vida del hombre.




LOS PRINCIPALES AVANCES SON:






laptop

















camara digital











pantalla plana















teclado virtual laser
















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el blackberry




























lunes, 10 de noviembre de 2008

♥ vida de santo domingo de guzman ♥

Santo Domingo de GuzmánFundadorAño

Domingo significa: "Consagrado al Señor".



El fundador de los Padres Dominicos, que son ahora 6,800 en 680 casas en el mundo, nació en Caleruega, España, en 1171. Su madre, Juana de Aza, era una mujer admirable en virtudes y ha sido declarada Beata. Lo educó en la más estricta formación religiosa.
A los 14 años se fue a vivir con un tío sacerdote en Palencia en cuya casa trabajaba y estudiaba. La gente decía que en edad era un jovencito pero que en seriedad parecía un anciano. Su goce especial era leer libros religiosos, y hacer caridad a los pobres.
Por aquel tiempo vino por la región una gran hambre y las gentes suplicaban alguna ayuda para sobrevivir. Domingo repartió en su casa todo lo que tenía y hasta el mobiliario. Luego, cuando ya no le quedaba nada más con qué ayudar a los hambrientos, vendió lo que más amaba y apreciaba, sus libros (que en ese tiempo eran copiados a mano y costosísimos y muy difíciles de conseguir) y con el precio de la venta ayudó a los menesterosos. A quienes lo criticaban por este desprendimiento, les decía: "No puede ser que Cristo sufra hambre en los pobres, mientras yo guarde en mi casa algo con lo cual podía socorrerlos".
En un viaje que hizo, acompañando a su obispo por el sur de Francia, se dio cuenta de que los herejes habían invadido regiones enteras y estaban haciendo un gran mal a las almas. Y el método que los misioneros católicos estaban empleando era totalmente inadecuado. Los predicadores llegaban en carruajes elegantes, con ayudantes y secretarios, y se hospedaban en los mejores hoteles, y su vida no era ciertamente un modelo de la mejor santidad. Y así de esa manera las conversiones de herejes que conseguían, eran mínimas. Domingo se propuso un modo de misionar totalmente diferente.
Vio que a las gentes les impresionaba que el misionero fuera pobre como el pueblo. Que viviera una vida de verdadero buen ejemplo en todo. Y que se dedicara con todas sus energías a enseñarles la verdadera religión. Se consiguió un grupo de compañeros y con una vida de total pobreza, y con una santidad de conducta impresionante, empezaron a evangelizar con grandes éxitos apostólicos.
Sus armas para convertir eran la oración, la paciencia, la penitencia, y muchas horas dedicadas a instruir a los ignorantes en religión. Cuando algunos católicos trataron de acabar con los herejes por medio de las armas, o de atemorizarlos para que se convirtieran, les dijo: "Es inútil tratar de convertir a la gente con la violencia. La oración hace más efecto que todas las armas guerreras. No crean que los oyentes se van a conmover y a volver mejores por que nos ven muy elegantemente vestidos. En cambio con la humildad sí se ganan los corazones".
Domingo llevaba ya diez años predicando al sur de Francia y convirtiendo herejes y enfervorizando católicos, y a su alrededor había reunido un grupo de predicadores que él mismo había ido organizando e instruyendo de la mejor manera posible. Entonces pensó en formar con ellos una comunidad de religiosos, y acompañado de su obispo consultó al Sumo Pontífice Inocencio III.
Al principio el Pontífice estaba dudoso de si conceder o no el permiso para fundar la nueva comunidad religiosa. Pero dicen que en un sueño vio que el edificio de la Iglesia estaba ladeándose y con peligro de venirse abajo y que llegaban dos hombres, Santo Domingo y San Francisco, y le ponían el hombro y lo volvían a levantar. Después de esa visión ya el Papa no tuvo dudas en que sí debía aprobar las ideas de nuestro santo.
Y cuentan las antiguas tradiciones que Santo Domingo vio en sueños que la ira de Dios iba a enviar castigos sobre el mundo, pero que la Virgen Santísima señalaba a dos hombres que con sus obras iban a interceder ante Dios y lo calmaban. El uno era Domingo y el otro era un desconocido, vestido casi como un pordiosero. Y al día siguiente estando orando en el templo vio llegar al que vestía como un mendigo, y era nada menos que San Francisco de Asís. Nuestro santo lo abrazó y le dijo: "Los dos tenemos que trabajar muy unidos, para conseguir el Reino de Dios". Y desde hace siglos ha existido la bella costumbre de que cada año, el día de la fiesta de San Francisco, los Padres dominicos van a los conventos de los franciscanos y celebran con ellos muy fraternalmente la fiesta, y el día de la fiesta de Santo Domingo, los padres franciscanos van a los conventos de los dominicos y hacen juntos una alegre celebración de buenos hermanos.
En agosto de 1216 fundó Santo Domingo su Comunidad de predicadores, con 16 compañeros que lo querían y le obedecían como al mejor de los padres. Ocho eran franceses, siete españoles y uno inglés. Los preparó de la mejor manera que le fue posible y los envió a predicar, y la nueva comunidad tuvo una bendición de Dios tan grande que a los pocos años ya los conventos de los dominicos eran más de setenta, y se hicieron famosos en las grandes universidades, especialmente en la de París y en la de Bolonia.
El gran fundador le dio a sus religiosos unas normas que les han hecho un bien inmenso por muchos siglos. Por ejemplo estas:
Primero contemplar, y después enseñar. O sea: antes dedicar mucho tiempo y muchos esfuerzos a estudiar y meditar las enseñanzas de Jesucristo y de su Iglesia, y después sí dedicarse a predicar con todo el entusiasmo posible.
Predicar siempre y en todas partes. Santo Domingo quiere que el oficio principalísimo de sus religiosos sea predicar, catequizar, tratar de propagar las enseñanzas católicas por todos los medios posibles. Y él mismo daba el ejemplo: donde quiera que llegaba empleaba la mayor parte de su tiempo en predicar y enseñar catecismo.
La experiencia le había demostrado que las almas se ganan con la caridad. Por eso todos los días pedía a Nuestro Señor la gracia de crecer en el amor hacia Dios y en la caridad hacia los demás y tener un gran deseo de salvar almas. Esto mismo recomendaba a sus discípulos que pidieran a Dios constantemente.
Los santos han dominado su cuerpo con unas mortificaciones que en muchos casos son más para admirar que para imitar. Recordemos algunas de las que hacía este hombre de Dios.
Cada año hacía varias cuaresmas, o sea, pasaba varias temporadas de a 40 días ayunando a pan y agua.
Siempre dormía sobre duras tablas. Caminaba descalzo por caminos irisados de piedras y por senderos cubiertos de nieve. No se colocaba nada en la cabeza ni para defenderse del sol, ni para guarecerse contra los aguaceros. Soportaba los más terribles insultos sin responder ni una sola palabra. Cuando llegaban de un viaje empapados por los terribles aguaceros mientras los demás se iban junto al fuego a calentarse un poco, el santo se iba al templo a rezar. Un día en que por venganza los enemigos los hicieron caminar descalzos por un camino con demasiadas piedrecitas afiladas, el santo exclamaba: "la próxima predicación tendrá grandes frutos, porque los hemos ganado con estos sufrimientos". Y así sucedió en verdad. Sufría de muchas enfermedades, pero sin embargo seguía predicando y enseñando catecismo sin cansarse ni demostrar desánimo.
Era el hombre de la alegría, y del buen humor. La gente lo veía siempre con rostro alegre, gozoso y amable. Sus compañeros decían: "De día nadie más comunicativo y alegre. De noche, nadie más dedicado a la oración y a la meditación". Pasaba noches enteras en oración.
Era de pocas palabras cuando se hablaba de temas mundanos, pero cuando había que hablar de Nuestro Señor y de temas religiosos entonces sí que charlaba con verdadero entusiasmo.
Sus libros favoritos eran el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Siempre los llevaba consigo para leerlos día por día y prácticamente se los sabía de memoria. A sus discípulos les recomendaba que no pasaran ningún día sin leer alguna página del Nuevo Testamento o del Antiguo.
Los que trataron con él afirmaban que estaban seguros de que este santo conservó siempre la inocencia bautismal y que no cometió jamás un pecado grave.
Totalmente desgastado de tanto trabajar y sacrificarse por el Reino de Dios a principios de agosto del año 1221 se sintió falto de fuerzas, estando en Bolonia, la ciudad donde había vivido sus últimos años. Tuvieron que prestarle un colchón porque no tenía. Y el 6 de agosto de 1221, mientras le rezaban las oraciones por los agonizantes cuando le decían: "Que todos los ángeles y santos salgan a recibirte", dijo: "¡Qué hermoso, qué hermoso!" y expiró.
A los 13 años de haber muerto, el Sumo Pontífice lo declaró santo y exclamó al proclamar el decreto de su canonización: "De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo".

♥ vida de santa rosa de lima ♥

Santa Rosa de Lima



Rosa fue el nombre con el que Isabel Flores de Oliva fue llamada por una india encargada de su crianza, la que pudo percibir en ella no sólo su belleza exterior, sino la inmensa religiosidad que la convertiría en la primera santa de América Latina.
Rosa nació en el año de 1586. Desde muy pequeña se caracterizó por su hermosura física, recibiendo por ello innumerables halagos. Sin embargo ella venció la tentación del amor propio y la vanidad, con humildad, obediencia y abnegación de su voluntad. Pero esa belleza exterior era tan solo un reflejo de la enorme religiosidad que Rosa de Lima quiso reservar al Amor de sus amores, Dios.
Desde pequeña, Rosa mostró su inmensa piedad y devoción por el Señor y su vocación permanente por ayudar a los demás, a tal extremo que sus padres pretendieron apartarla de este santo camino para buscarle un matrimonio conveniente. Más ella, sin renunciar a la obediencia que siempre profesó a sus padres, nunca cedió a esas pretensiones.
Su ferviente amor a Dios lo expresaba en diversas prácticas de penitencia que asumió desde pequeña. A los diez años de edad ayunaba a pan y agua. Comía muy poco y se preocupaba por que su alimento no tuviera un sabor agradable. En su dormir también fue muy exigente consigo misma, ya que colocaba maderos en su lecho y virutas y cañas en su almohada. Utilizaba silicios para mortificar su frágil cuerpo. Pero todo esto sólo se puede entender al conocer el gran amor que llenaba el interior de la Santa. Todo esto era la expresión de un corazón que desbordaba de piedad por Cristo. Amor que le llevó a rezar durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".
Hacia el año de 1606 recibió el hábito de la tercera Orden de Santo Domingo. Pero Rosa nunca llegó a pisar los claustros. Quiso Dios que Rosa permaneciera en el mundo embelleciéndolo con su presencia. Santa Rosa buscó el silencio en una pequeña cabaña que ella misma construyó en el huerto de su casa y desde allí se dedicó a una intensa vida de oración, lo que le permitió disfrutar de innumerables experiencias místicas.
Dios le otorgó gracias extraordinarias pero también permitió que sufriese persecuciones por parte de sus amigos y conocidos, poniendo a prueba su carácter de santidad. Las tentaciones del maligno también estuvieron presentes, pero ella supo responder con mucha oración y penitencia.
Dios llamó a su lado a Santa Rosa el 24 de agosto de 1617, cuando la joven apenas tenía treinta y un años de edad. Al funeral asistieron representantes del Cabildo y la Audiencia de Lima, quienes junto a miles de pobladores la acompañaron en su último recorrido, quizás sospechando que esa frágil y bella Rosa había logrado que la gracia divina cayera sobre la ciudad de Lima, y que su dulce nombre ya no podría desligarse nunca más de la capital peruana.

♥ vida de san martin de porres ♥

San Martin de Porres
El santo mulato nació en Lima en 1579 de padre español y madre panameña. De caballero y mulata nació el santo. Tardó su padre en reconocerlo pero al final asintió, teniendo de todas formas que partir dejando al pequeño al cuidado de su madre. Son misteriosos los caminos del Señor: no fue sino un santo quien lo confirmó en la fe de sus padres. Fue Santo Toribio Mogrovejo, segundo arzobispo de Lima y actual patrono del Episcopado Latinoamericano, quien hizo descender el Espíritu sobre su moreno corazón, corazón que el Señor fue haciendo manso y humilde como el de su Madre. Martín aprendió el oficio de barbero y también algo de medicina. El muchacho era inteligente, y fue tal su amor por los hermanos que no tardó en aprender para poderlos servir mejor. Desde niño sentía predilección por los enfermos y los pobres en quienes reconocía sin duda el rostro sufriente de su Señor. A los quince años la gracia recibida y el ardor por vivir más cerca de Dios en servicio completo a sus hermanos humanos lo impulsó a pedir ser admitido como donado en el convento de los dominicos que había en Lima.
Pronto la virtud del moreno dejó de ser un secreto. Su servicio como enfermero se extendía desde sus hermanos dominicos hasta las personas más abandonadas que podía encontrar en la calle. Su humildad fue probada en el dolor de la injuria, incluso de parte de algunos religiosos dominicos. Incomprensión y envidias: camino de contradicciones que fue asemejando al mulato a su Reconciliador. En 1603 le fue concedida la profesión religiosa y pronunció los votos de pobreza, obediencia y castidad. Hombre de gran caridad, unía a su incesante oración las penitencias más duras. Era mucho el amor, eran poco el sueño y la comida, lo sostenía la oración, la infinita misericordia de Dios. Es muy probable que haya conocido a Santa Rosa de Lima. El Señor tiene sus caminos, y los tuvo de dolor y alegría para nuestro mulato. Así nos ama el Señor, como a su Madre.
La virtud del santo, su intensa vida espiritual, sostenían su entrega, pero sin duda alguna, aquello que más recuerda el pueblo de Lima son sus numerosos milagros. A veces se trataba de curaciones instantáneas, en otras bastaba tan sólo su presencia para que el enfermo desahuciado iniciara un sorprendente y firme proceso de recuperación. Muchos lo vieron entrar y salir de recintos estando las puertas cerradas. Otros lo vieron en dos lugares distintos a un mismo tiempo. Todos, grandes señores y hombres sencillos, no tardaban en recurrir al socorro del santo mulato: "yo te curo, Dios te sana" decía Martín con grande conciencia del inmenso amor del Señor que ha gustado siempre de tocar el corazón de los hombres con manos humanas.
Enfermero y hortelano herbolario, Fray Martín cultivaba las plantas medicinales que aliviaban a sus enfermos. Su amor humilde y generoso lo abarcaba todo: su amabilidad con los animales era fruto de su inmenso amor por el Creador de todas las cosas. El pueblo de Lima venera hoy su dulce y sencilla imagen, con su escoba en la mano dando de comer, de un mismo plato, a perro, ratón y gato.
Tras una vida de honda respuesta a la gracia de Dios, de intensa y perseverante entrega vividas al calor de la caridad y el sacrificio, ya a los sesenta años de edad, Fray Martín cayó enfermo y supo de inmediato que había llegado la hora de encontrarse con el Señor. El pueblo se conmovió, y mientras en la calle toda Lima lloraba, el mismo virrey fue a verlo a su lecho de muerte para besar la mano de quien decía de sí mismo ser un perro mulato, tal era la veneración que todos le tenían. Poco después, mientras se le rezaba el credo, besando el crucifijo con profunda alegría, el santo partió. Pero esta partida no lo alejó de su pueblo quien esperanzado le reza a diario aguardando su tierna intercesión y agradeciendo sus milagros. Fray Martín de Porres, el mulato "santo de la escoba" fue canonizado el 6 de mayo de 1962 por el Papa Juan XXIII.

♥ vida de madre eduviges portalet ♥

Madre Eduviges Portalet


Fundadora de la Congregación de Dominicas de la Inmaculada ConcepciónEduviges Portalet nació el 3 de diciembre de 1826 en la ciudad de Lyon (Francia). Fue bautizada a los tres días de nacida con los nombres de Francisca Genoveva Eduviges (éste ultimo fue designado por su familia).Sus padres fueron, Gastón Portalet, abogado de la Corte Real de Lyon y Zelié Eleonore Couturier, parisense de excepcionales cualidades humanas, destacándose su clara inteligencia, perseverancia y virtud. Sus padres eran cristianos ejemplares, Eduviges heredó las virtudes más relevantes de sus padres.Recibió su Primera Comunión en 1838, siendo alumna de las religiosas Ursulinas de Villefranche. Este primer encuentro con Jesús dejó en su alma indelebles huellas y desde allí no suspiró sino por el Divino Esposo a quién le consagró su virginidad. El Espíritu Santo la enriqueció con todos sus dones en el sacramento de la Confirmación que recibió con mucha unción.A los quince años ingresó como alumna en el Convento de la Visitación de Marcellín para terminar su educación.En noviembre de 1862 no pudiendo retardar más el llamado poderoso de su vocación religiosa, ingresó a la Congregación de «Hermanas de María Inmaculada» de reciente fundación en Marsella.Tomó el santo hábito en la noche Navidad, al mes de su ingreso, siendo nombrada posteriormente, Maestra de Novicias, cargo que ejerció con mucho acierto hasta su partida a Toulouse.Cumpliendo el año canónico de noviciado, hizo su profesión temporal con un gozo indecible. Tres años aún quedó en la casa de Noviciado, siendo modelo de observancia, virtud y sacrificio.Pero el Señor tenía otros designios sobre esta alma privilegiada. Él la quería para Madre de una nueva familia religiosa que extendería su Reino de Amor sobre la tierra. Fue así como el 25 de junio de 1866, fue designada para fundar un instituto para niños ciegos en Toulouse, del cual sería ella la superiora.Los comienzos de esta fundación como toda obra escogida por Dios, tuvo grandes pruebas que Madre Eduviges Portalet soportó con gran espíritu de fe, amor y sacrificio. Gran amiga de la santa pobreza, se abrazó a ella con alegría para asemejarse mejor al esposo de su alma.Madre Eduviges se abandonó a la Divina Providencia y no deseó sino hacer en todo la voluntad de Dios. Fue el mismo Señor que tomó la dirección del instituto y dirigió los acontecimientos. Así en agosto de 1868, la Curia Eclesiástica obligó a nuestra Venerable Madre a separarse de la casa de Marsella, por motivos serios y poderosos de la Administración del Instituto, quedando autónoma esta fundación y establecida la «Congregación Tolosana de la Inmaculada Concepción», bajo los auspicios de Monsier l’Abbé de Pons, Vicario General.El 3 de octubre de 1868 a los dos meses de estos acontecimientos, renovó Madre Eduviges sus Votos Temporales. Mientras tanto otras almas generosas deseosas de congregarse al Señor, ingresaron al reciente Instituto, cuya vida de Comunidad se convirtió en semillero de virtudes. Fiel colaboradora fue la Madre María Francisca Lohier, quién desplegó gran celo apostólico secundando a Madre Fundadora en sus actividades y aliviándola en sus fatigas con verdadero cariño filial. Se le considera como Cofundadora de la Congregación y su recuerdo va muy unido a los inicios de esta nueva familia religiosa.Animada del Espíritu de Dios que guiaba todos sus actos Madre Eduviges inicia la construcción del Instituto de Niños Ciegos en la Rue Montplaisir (1870) trasladándose al nuevo edificio el 30 de setiembre de 1871 con la Comunidad y los niños ciegos.Su celo infatigable por dejar bien establecida la base de esta naciente Congregación no tuvo límites y grande fue su gozo cuando en la fiesta de Pascua de Resurrección de 1877 recibió las Reglas aprobadas por la Iglesia, Reglas que regirían desde ese momento a la Congregación.El 21 de mayo de ese mismo año, inflamada de amor Divino, Madre Eduviges hizo su Profesión Perpetua y el 30 de setiembre fue elegida canónicamente Superiora General por unanimidad.Después de su nombramiento como Superiora General, su primer deseo fue emprender la construcción de la Casa Madre en la Rue Montplaisir, iniciándose las obras en el mes de mayo de 1878.Deseosa de extender su apostolado en bien de los invidentes, funda un Instituto para Obreras Ciegas en Saintes y más tarde abre también una Escuela en esa. En la Casa Madre crea un Externado en abril de 1882.Se encontraba por esa época como Confesor Extraordinario de la Comunidad, el Padre Jacinto María Cormier, dominico. Madre Eduviges que siempre había admirado esta Orden de Santo Domingo por ser ellos los hijos predilectos de María Inmaculada y estando también la reciente Congregación bajo el patrocinio de tan amorosa Madre, quiso por inspiración divina, afiliar su joven familia a esta Orden Gloriosa, manifestando su gran deseo al Padre Cormier (1883). Este Santo religioso testigo de la vida edificante de las Hermanas, no solamente se alegró, sino se interesó vivamente por hacer realidad el deseo de Madre Eduviges, consiguiendo el fin propuesto ante el Maestro General de la Orden Dominicana, Fr. José María Larroca, quién accedió complacido su petición con el previo consentimiento del Ordinario del lugar.No alcanzaron las palabras para describir la alegría de Madre Eduviges, cuando el 8 de diciembre de 1884, festividad de la Santísima Virgen, Patrona de la Congregación, quedó afiliada a la Orden Dominicana bajo el título de «CONGREGACIÓN DE RELIGIOSAS DOCENTES DE LA TERCERA ORDEN DE SANTO DOMINGO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN», gozando de todos los privilegios de la Orden. Desde ese día la Congregación considera al Padre Cormier, (hoy Beato) como su Fundador.En 1886 la comunidad recibe la visita del Maestro General Larroca, siendo esta visita un aliento y una alegría para el corazón bondadoso de Madre Eduviges.Las obras se fueron extendiendo guiadas por la Divina Providencia allende los mares hasta nuevos horizontes de América. La Madre Fundadora había recibido reiteradas peticiones para una fundación en el Ecuador (América), para tomar a su cargo la administración y asistencia a los enfermos del Leprocomio de Cuenca. Conocedora que esta era la voluntad de Dios, hizo los preparativos del viaje, enviando a seis de sus religiosas que después de larga travesía, pisaron tierras americanas el 14 de julio de 1889, instalándose en Cuenca (Ecuador). Rápidamente se extendieron en toda esa República con florecientes obras de Beneficiencia y Educación. Algunos años más tarde, solicitadas para una fundación en el Perú, un grupo de religiosas pasó a la ciudad de Trujillo (1898) donde iniciaron el Colegio «Santa Rosa» que fue el primero de una serie de florecientes planteles de educación.La Madre Fundadora seguía infatigable trabajando en nuevas fundaciones. El 19 de marzo de 1894, funda en Fanjeaux una Escuela en el Convento de tantos recuerdos de nuestro Bienaventurado Padre Santo Domingo y verifica la compra de dicho Convento. El 8 de agosto del mismo año, traslada a Mazéres la Casa Madre y abre Escuela y Taller.El 4 de noviembre del 1894, la venerada Madre cae gravemente enferma. El Señor la reclamaba para sí. Ella había cumplido la misión que Jesús le había encargado. El Esposo Divino la llamaba a las Bodas Eternas para coronarla y ella se le presentaba con las manos llenas de buenas obras.El 16 de noviembre de 1894, después de 12 días de gravedad rodeada de todas sus hijas que la lloraban, su alma se abrió como una flor para el cielo. A la edad de 68 años y 31 de profesión Religiosa, dejó el invierno de la tierra, para ingresar a la primavera eterna de la felicidad del cielo.El perfume de sus virtudes y la semilla de su vida santa, sería el germen que fecundaría el jardín de la Orden Dominicana.

jueves, 16 de octubre de 2008

☻pura risas mi sobrino☻

♥♥♥mi sobino pura risas en mosaico♥♥♥

miércoles, 15 de octubre de 2008

♥♥♥ mi lindo sobrinito ♥♥♥

  • ☺☺☺ aqui esta bañandose en su tina ☻☻☻